Este verano descubrí esta tienda que abrió en Valencia y me enamoró nada más entrar. Es la franquicia Lush, la cual se dedica a la venta de productos cosméticos frescos hechos a mano.
En un primer momento lo que me impresionó fue el aspecto general de los productos y lo atentas que eran las vendedoras, pero posteriormente me fui enterando de su política verde y su ideología en general y mi admiración por la tienda creció considerablemente.
Para empezar, los productos están hechos a mano, con lo cual no compran máquinas, sino que generan empleo. Además de esto, se preocupan por el medio ambiente, por lo que procuran reducir el uso de embalajes y de conservantes. También están firmemente en contra del testado en animales y se niegan a comprar productos a empresas que lleven a cabo estas prácticas. Su lucha por los derechos de los animales les lleva, además, a colaborar con diversas ONG. Por ejemplo, tienen un producto llamado Charity Pot que es una hidratante mediante la cual el comprador puede colaborar con los proyectos de estas ONG, ya que el precio pagado descontando el I.V.A. se destina a ellas.
Estas tiendas además hacen una serie de fiestas en las que se suele sortear algo y la tienda se decora según la temática elegida. Es un concepto de tienda muy divertido, ya que son todo productos de cosmética, pero le dan un giro a todo: pastillas de dentrífico, perfumes sólidos, gelatinas de ducha, pastillas de jabón en forma de pastelitos...en fin, ¡que entras en la tienda y te lo comerías todo!
A parte de la tienda de Valencia, en España actualmente podemos encontrar franquicias de esta empresa en Madrid, Barcelona, Cantabria, Zaragoza, Sevilla y Málaga.
En esta entrada he de decir que algunas fotos no las he hecho yo, sino una amiga mía que me las ha pasado para poder publicarlas aquí. ¡Gracias!
